Desde sus propias iniciativas, recolectaron alimentos no perecederos, mercaderías, bicicletas, juguetes, colchones y ropa para los vecinos de Santo Tomé, en la provincia de Corrientes.
Esta acción no solo refleja el esfuerzo de los recolectores, sino también la sensibilidad de quienes entienden la necesidad desde una perspectiva cercana. “Cuando uno viene de la provincia, ve la necesidad con otros ojos. No es que acá no la haya, pero en la provincia se siente mucho más. Por eso, hacemos todo esto con el corazón”, expresaron los trabajadores emocionados.
Uno de los logros destacados de esta cruzada fue la elaboración de 500 pan dulces destinados a familias de zonas rurales que, de otra forma, no podrían disfrutar de este clásico de las fiestas. “Es un pequeño gesto, pero significa mucho para quienes lo reciben. En el campo hay gente que no tiene la posibilidad de cortar un pan dulce, y nosotros estamos orgullosos de poder hacer esto realidad”, comentó un recolector.
Además de la dedicación de los trabajadores, se destacó el rol de la empresa AESA, que puso sus instalaciones a disposición para guardar las donaciones y facilitar la logística del envío. Los delegados también fueron mencionados por su liderazgo y coordinación en esta tarea monumental. “Esto no se hace solo. Es el granito de arena de cada compañero lo que hace posible que esta ayuda llegue a destino”, subrayaron.
Con una doctrina solidaria inspirada en el legado de Hugo Moyano, los recolectores dejaron en claro que el trabajo conjunto y la empatía pueden transformar vidas. Antes de emprender viaje hacia Corrientes, no faltaron los buenos deseos y el agradecimiento a todos los que colaboraron en esta cruzada, un verdadero ejemplo de humanidad y solidaridad.
Desde el equipo de AESA, el mensaje fue contundente: “Gracias, compañeros, por este esfuerzo impresionante. Ustedes son la prueba de que juntos podemos lograr cosas grandes. Buen viaje y que lleguen bien”.
