Oscar Borda, secretario de la rama y encargado de la iniciativa, destacó la fuerza de la convocatoria y la solidaridad que la motivó. «Muy contento por la contundencia del paro» expresó, aunque reconoció que algunos colectivos continuaron funcionando. «No culpamos a los trabajadores, pero los dirigentes deben ser conscientes de la necesidad que tienen muchos compañeros que sufren asaltos y golpes» subrayó, haciendo hincapié en la importancia de este tipo de gestos de apoyo hacia quienes más lo necesitan.
Con una gran afluencia de personas, Constitución es uno de los lugares donde la necesidad de los sectores vulnerables es más palpable. “La gente agradece que estemos aquí y nos preguntan si vamos a seguir. Les decimos que sí, que vamos a continuar” afirmó. Además, destacó la labor constante de los delegados que, en cada barrio y distrito, realizan acciones solidarias en comedores y merenderos. “Nosotros somos trabajadores y, aunque haya gente que no lo sea, también tienen necesidades igual que nosotros” agregó, reflejando un sentimiento de empatía y unidad.
Borda explicó que la olla solidaria no solo atiende a personas en situación de calle, sino también a trabajadores que, pese a tener empleo, enfrentan dificultades económicas. “Hay compañeros de otras actividades que vienen con su familia por un plato de comida. Eso muestra la gravedad de la situación” señaló. La organización, según Borda, no discrimina a quién se ayuda; la prioridad es apoyar tanto a los propios compañeros como a cualquiera que lo necesite.
Al ser consultado sobre la situación actual tras once meses de gestión, fue claro al expresar su descontento. “Vivimos una pandemia con Macri y fue muy difícil, pero lo que vivimos ahora es peor” lamentó. La necesidad ha aumentado considerablemente, y la crisis golpea cada vez con más fuerza. Borda recordó las palabras de Hugo Moyano en una reciente reunión: en los años 90, Plaza Constitución fue escenario de una Navidad solidaria con los sectores más humildes, y hoy, ante una situación igual o más crítica, la lucha y el apoyo de los camioneros sigue firme.
La medida de fuerza, que paralizó a todas las ramas de Camioneros, es un reflejo del compromiso del sindicato con los trabajadores y los sectores más afectados por la crisis. “No hay nadie trabajando en lo que es camionero. Estamos aquí compartiendo y esto va a ser mucho más grande” enfatizó, dejando abierta la posibilidad de que esta iniciativa de ayuda continúe y crezca en el futuro cercano. La jornada fue, en definitiva, un acto de unión y resistencia, una muestra de la fortaleza de quienes están decididos a seguir luchando por un país más justo para todos.