“Así comenzó nuestra actividad”, recordó, explicando que inicialmente estos trabajadores no eran reconocidos bajo ningún convenio y trabajaban en condiciones precarias. Con el tiempo y la lucha, lograron formar una organización sindical que hoy representa sus derechos.
Aparicio expresó su orgullo por el gremio de recolección, destacando la dignidad que siempre ha caracterizado a sus miembros. Dirigiéndose a la Iglesia, aseguró que los trabajadores del sindicato camionero colaboran diariamente con iniciativas solidarias, como las ollas comunitarias, para ayudar a los más necesitados. “Los trabajadores siempre decimos presente”, afirmó, enfatizando la constante disposición del gremio para asistir en emergencias, reforzando su compromiso con la comunidad y con Dios.
El secretario gremial resaltó la importancia de mantener viva la memoria de Mauricio Silva, señalando que el ejemplo de lucha de Silva es una inspiración para todos. Recordó que, aunque era muy joven cuando Silva enfrentaba sus desafíos, la memoria activa del gremio garantiza que su legado perdure. Aparicio felicitó a sus compañeros de la rama y a todos los presentes por su constante participación en la memoria y el recuerdo de aquellos que han luchado antes que ellos.
Finalmente, Aparicio concluyó su intervención agradeciendo la oportunidad de transmitir este mensaje, reafirmando que la lucha y la memoria son fundamentales para el gremio. “La única lucha que se abandona es la que se pierde y nosotros no estamos acostumbrados a abandonarnos”, concluyó, recibiendo un emotivo aplauso de los asistentes.
