Durante su discurso, Ramon Roble (presidente de la Confederación de Combatientes de la República Argentina y de la Federación de Veteranos de Guerra de Malvinas) destacó la importancia de abordar el estigma que ha rodeado a los veteranos de guerra y la visión distorsionada que se ha creado en torno a su participación en el conflicto. Hizo hincapié en que la película «Los chicos de la guerra», estrenada en 1984, promovida por intereses imperialistas, fue utilizada para ocultar su participación y desvirtuar su papel en el conflicto. Roble recordó que en guerras anteriores, como la Guerra de la Triple Alianza y la Segunda Guerra Mundial, se reclutaban y enviaban jóvenes de edades similares a las de los veteranos de Malvinas.
El presidente de la Confederación resaltó que, si bien los veteranos de guerra pudieron carecer de ciertos niveles de instrucción militar, poseían la determinación necesaria para enfrentar a una de las principales potencias mundiales, sufriendo grandes pérdidas pero sin rendirse. Recordó que muchos de los caídos en combate eran de edades similares o incluso más jóvenes que ellos, haciendo hincapié en que los enfrentamientos se daban de manera frontal y honorable, sin actos de cobardía.
Roble enfatizó el compromiso de su organización para mantener viva la memoria de Malvinas y su defensa de los derechos de los veteranos. Mencionó diferentes programas y campañas solidarias llevadas a cabo, como «Malvina a los colegios» y «Malvina a la universidad», así como la colaboración en envíos de ayuda humanitaria a regiones necesitadas, como Santiago del Estero y Tucumán. También destacó que fueron los hijos de trabajadores quienes se enlistaron en la guerra, y no los hijos de la élite.
El discurso de Ramón Roble resonó entre los presentes, quienes aplaudieron su dedicación a la causa y el compromiso de su organización para mantener viva la memoria de los caídos y la lucha por la soberanía de las Islas Malvinas.