Este hotel, un verdadero refugio para los trabajadores jubilados, ofrece comodidades y beneficios que hacen de cada estadía una experiencia inolvidable.
Juan Carlos rememora con emoción la inauguración del hotel en la década del 80, cuando tuvo la oportunidad de participar en la apertura de la piscina, un hito que marcó el comienzo de una larga historia de encuentros y celebraciones en este lugar. Desde entonces, ha sido testigo del crecimiento y la evolución del hotel, que ahora cuenta con instalaciones de primera categoría y un servicio excepcional.
En cuanto a las comodidades que ofrece el hotel, Juan Carlos destaca la atención personalizada y cálida de todo el personal, que hace que cada huésped se sienta como en casa. Además, menciona la variedad de actividades disponibles, desde el desayuno bufé hasta las cenas temáticas y las excursiones por la pintoresca localidad de La Falda.
Pero más allá de las instalaciones y servicios, lo que hace único al Hotel 1 de Mayo es el sentido de comunidad y pertenencia que se respira en cada rincón. Juan Carlos resalta el ambiente familiar y acogedor, donde los trabajadores y sus familias pueden relajarse y disfrutar de momentos de tranquilidad y diversión.
En medio de la incertidumbre y los desafíos que enfrenta el movimiento sindical en la actualidad, Juan Carlos reflexiona sobre la importancia de defender las conquistas laborales obtenidas con tanto esfuerzo. Agradece a Hugo y Pablo Moyano y a la conducción sindical por su compromiso con los trabajadores y por brindarles la oportunidad de disfrutar de lugares como el Hotel 1 de Mayo.
En resumen, el Hotel 1 de Mayo en La Falda, Córdoba, es mucho más que un lugar de alojamiento: es un oasis de tranquilidad y camaradería para los trabajadores jubilados, donde pueden disfrutar de merecidas vacaciones y recargar energías para enfrentar nuevos desafíos en la vida.