En el marco de la inclusión de mujeres en diversas actividades del gremio camionero, Gisela, trabajadora de Nítida en la rama de barrido, compartió su experiencia diaria en un trabajo que es esencial para mantener limpia la ciudad. «Es un trabajo importante, aunque a veces cuesta más y a veces menos, hay que seguir adelante»afirmó con determinación.
Gisela comienza su jornada laboral a la una y media de la tarde, enfrentándose a los desafíos propios de trabajar en una avenida concurrida. «Hay que tener cuidado, especialmente por los colectivos. Siempre tienes que estar atenta» explicó. Además, la rotación semanal entre compañeras es parte de su rutina, lo que permite que todas tengan la oportunidad de cubrir diferentes áreas. «Hoy me tocó a mí, la semana que viene le toca a otra» comentó.
La relación con los vecinos y los comerciantes de la zona también forma parte de su día a día. Aunque se encuentra con todo tipo de situaciones, Gisela destaca la tranquilidad con la que lleva adelante su trabajo. «A veces te encontras cosas buenas, a veces malas, pero uno sigue trabajando» dijo. En cuanto a las condiciones climáticas, prefiere el frío, ya que lo soporta mejor que el calor. «El frío se soporta muchísimo más; el calor, una vez que sale el sol, no podes parar, tienes que seguir» compartió.
Sin embargo, Gisela no es ajena a la dura realidad que se vive en las calles del país. Con tristeza, observó cómo la necesidad se hace evidente entre las personas que revuelven contenedores en busca de algo que les permita subsistir. «Ves mucha gente, incluso con niños, y te da tristeza» expresó.