se mezclaba con las lágrimas y los recuerdos de haber recorrido exactamente 24.380 km. a lo largo y ancho de la Argentina, observado todo lo que podíamos (y… nos dejaron) y supimos bien, que la degradación futbolística del equipo no era meramente una casualidad sino una causalidad. Tocamos fondo.
LA HORA DE LOS CAMBIOS
El fútbol es un deporte lleno de emociones y altibajos, y una de las mayores pruebas a las que un equipo puede enfrentarse es el descenso. Cuando un equipo desciende, puede parecer que todo está perdido, pero la verdad es que el descenso puede ser una oportunidad para cambiar a fondo, volver a creer, unirse y construir un equipo más fuerte y comprometido adentro y afuera.
Cuando el fútbol, tan fuerte en el sentimiento Camionero, tocó fondo, se necesitó un esfuerzo concertado y un cambio de mentalidad para revitalizar este deporte. En lugar de seguir esquivando los problemas, la dirigencia (con el presidente a la cabeza) comenzó a trabajar juntos, para abordar los problemas que habían llevado al club a su estado actual.
Con el tiempo, el fútbol comenzó a renacer gracias a la adopción de medidas concretas para combatir las causas reales y mejorar la transparencia. Las organizaciones comenzaron a ser más responsables y se comenzaron a ver paulatinamente los cambios positivos que se estaban produciendo en el fútbol a todo nivel.
LOS PAPELES AL DÍA
La trayectoria del club y la presentación de todos los «papeles» desde 2019 hasta aquí ha sido un proceso largo y difícil, pero ha sido necesario para éste nuevo desafío, y estar en una posición sólida para continuar creciendo y evolucionando en el futuro. Camioneros participará en el torneo Regional Amateur y deberá dirimir entre 376 equipos los cuatro ascensos al Federal A.
Hay un mensaje muy importante y que deja un mojón que debe ser aprovechado. El descenso fue una llamada de atención para equipos, jugadores, dirigentes y los aficionados, para reflexionar sobre lo que no funcionó y trabajar en conjunto para hacer mejoras significativas.
UN MOJÓN QUE DEJA HUELLAS
Para los jugadores, el descenso puede ser una oportunidad para demostrar su compromiso y determinación para luchar por el equipo y la gente, y también puede ser una oportunidad para que los jugadores jóvenes se integren y tengan más oportunidades para demostrar su talento.
Para los aficionados, el descenso puede ser un momento de reflexión y unión. A pesar de que pueda ser decepcionante ver a su equipo perder la categoría, los hinchas pueden usar este momento para reflexionar sobre lo que su equipo significa para ellos y para fortalecer su compromiso y apoyo hacia el Verde en el futuro.
Y ese impulso es tal que cuando se puede regresar después del descenso, la emoción y la alegría pueden ser aún mayores que en cualquier otro momento. La lucha y el esfuerzo que se necesitan para lograr el ascenso pueden unir aún más al equipo y a los aficionados, y pueden ser un momento de orgullo y celebración para toda la parcialidad Camionera.
EL MOMENTO ES AHORA
En resumen, el descenso fue una experiencia difícil y desafiante para un equipo de fútbol, pero también puede ser una oportunidad para crecer, aprender y construir un equipo, en el más amplio sentido de la palabra más fuerte y comprometido.
Ahora será el momento de transpolar todo, desarrollarlo adentro del terreno, conseguir los objetivos con humildad, respeto y contracción al trabajo. Llevarlo nuevamente a un nuevo nivel de excelencia y compromiso y así volver a derramar una lágrima, pero ésta vez…de alegría compartida. (DG)